Explora cómo se han transformado los mercados digitales laborales en América Latina y el Caribe desde 2012 hasta ahora.
Uno de los fenómenos más claros que ha traído la pandemia al mundo del trabajo es la acelerada adopción de las tecnologías de información y comunicación en la forma como vivimos ahora el trabajo. Más allá de las reuniones de Zoom y el creciente tiempo que ahora trabajamos en casa, la pandemia también ha acelerado otro fenómeno particular: la veloz incorporación de cada vez más trabajadores a mercados digitales laborales.
Porque la región de América Latina y el Caribe (ALC) no es la excepción, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó recientemente el informe «El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe: ¿cómo puede la tecnología facilitar la recuperación del empleo tras el COVID-19?” que presenta su impacto con toda claridad. Aquí les dejamos algunos hallazgos interesantes
¿Qué es un mercado digital laboral?
El estudio lo resume como el espacio en donde se compran y venden servicios o actividades entre particulares a través de una plataforma digital o plataforma laboral. El BID clasifica este mercado con base en las habilidades del trabajador y la forma como realiza las tareas. Están quienes trabajan sobre la plataforma (en la nube o en alguna aplicación). Éstos son profesionistas o técnicos con tres grados de habilidad:
Expertos, que requieren de experiencia y habilidades avanzadas en algún área particular, como analistas en finanzas, desarrolladores de proyectos o programadores.
Profesionistas freelance, que realizan actividades como traducciones o diseño gráfico.
Trabajadores que realizan microtareas, que son actividades rutinarias de clasificación u opinión sobre temas muy puntuales.
También están quienes son contratados por una aplicación y ejecutan trabajos puntuales offline, también conocidos como gigs. Aquí están quienes trabajan bajo demanda, como actividades de transporte (Uber, Didi o Cabify) o de entrega a domicilio (Rappi o Glovo). Igual incluye a quienes son contratados vía una app para actividades como arreglo de casas, servicios de mesero o limpieza.
¿Cómo se comporta cada grupo de trabajadores en América Latina?
La gráfica muestra que el uso de plataformas para la realización de tareas especializadas para semi-profesionales o profesionistas es relativamente baja en la región. El BID aclara que, medido por el número de descargas de aplicaciones en móviles, América Latina es la región de mayor crecimiento.
El límite refiere a la baja disponibilidad de trabajadores con las habilidades para cumplir con las tareas requeridas. De acuerdo con Freelancer.com, en México, Colombia, Argentina y Chile el tipo de trabajo más solicitado es programación de código abierto. Otros trabajos solicitados son escritura de artículos, traducciones y herramientas de mercadeo digital.
Por su parte, el trabajo bajo demanda es sin duda el de mayor adopción en la región. En 2019, las descargas de plataformas bajo demanda en América Latina y el Caribe alcanzaron las 29 por cada cien habitantes, casi el cuádruple que en Europa y cerca del doble que en Estados Unidos. El éxito de este modelo de trabajo está no sólo por una mayor disponibilidad de personas con habilidades básicas, sino también porque ofrecen un rápido acceso al trabajo y una amplia flexibilidad a los trabajadores.
Asimismo, “pueden ser la puerta de entrada para grupos con dificultades para encontrar empleo, como migrantes, mujeres, jóvenes y adultos mayores” (BID, 2020). En resumen, este tipo de plataformas se han convertido en una especie de seguro de desempleo ante la extensión de la pandemia.
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